Y finalmente llegamos al final de nuestro camino. Vanarasi sería nuestra incursión en la India más real, dejando de lado el pasado de los palacios de maharajás y templos maravillosos. El hecho es que pudimos ver a gente del pueblo hacer sus habituales baños en el Ganges, sin importarles si unos cuantos turistas les fotografían. Navegar en una pequeña barca por el Ganges a primera hora de la mañana nos permite sacar unas cuantas instantáneas de esta vida de cara al río. Último día en la India. Mañana retornamos a la realidad de occidente.
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1 comentario:
Los reflejos del agua son preciosos.
BONITA FOTO.
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