Las islas volcánicas suelen tener en alguna parte de su geografía extensos acantilados. Islandia no es una excepción sino todo lo contrario. Uno de los mejores lugares para la observación de la fauna aviar son los acantilados de Dyrholaey. Desde allí, a unos 80 metros de altura sobre la playa volcánica, se puede divisar una gran extensión de terreno, marcado por los innumerables volcanes que se pierden entre las omnipresentes nubes bajas que nos acompañaron prácticamente durante todo el viaje.
La combinación de colores formado por el verde de la hierba que cubre prácticamente toda Islandia en los meses de verano, la negra arena formada por minúsculas piedrecitas volcánicas y las amenazadoras nubes es ideal para un HDR.
15 agosto, 2009
Dyrholaey, Islandia. 29 de Juliio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario